¡YA HUELE A AZAHAR!

Corría la fecha del pasado 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y ya durante la visita que hacíamos de la “Ruta de los Mercados”, empezabamos a notar en las calles del centro la llegada temprana de la estación del año que hace famosa a Sevilla y a Andalucía, la Primavera.

Se adelantaba unas fechas la estación del nacimiento de Venus, por una subida repentina de las temperaturas, que había provocado ya la salida express de los capullos de la flor del naranjo. Justo cuando hace apenas unos días, aún se estaban terminando de recoger las naranjas de las calles por los operarios que hacen posible que después podamos probar esas deliciosas mermeladas de naranja amarga que tan bien acompañan a un trozo de pan con un poco de mantequilla.

Y es que en esos momentos, el preciado astro rey, ya empezaba a importunar a más de uno en la calle poco antes de alcanzar el mediodía de esa efeméride (que seguramente no pasará a la historia de la ciudad por ver a un guía rodeado de turistas en las principales Plazas de Abastos del centro-ciudad). Alguno, ya comenzaba a buscar incluso la sombra, porque el Lorenzo empezaba a picar de lo lindo. ¡Qué ironía!…cuando un par de días antes se buscaba el Sol con aínco y casí todas las conversaciones tornaban alrededor de lo frío y lluvioso que estaba siéndo el invierno.

Pero es que en Andalucía tenemos fama de “exageraos” justo por esos contrastes extremos que nos hace vivir la climatología, aún más cuando a veces pasamos del invierno al verano en cuestión de horas. Por eso no era difícil ver gente en manga corta (los extranjeros del norte de Europa y América, disfrutaban de lo lindo en las terrazas), y mucha gente local que iba ataviada aún con esos ropajes tan invernales que parecían que se acabaran de  bajar de un avión procedente de Groelandia.

Plaza de España

Los contrastes más puros que ha ayudado a hayamos forjado esa fama de exagerados…¡pero realidad en la propia calle!. Y mientras la gente se aclimata, saca las ropas ligerítas etc, alguno empieza a pensar en esas escapadas dirección Huelva o Cádiz, para volver a invadir las costas de nuestros vecinos hasta el fín del verano.

Y es que en ese día la temperatura estaba entre el límite de lo primaveral y lo veraniego. Masas de gentes deambulaban por las famosas setas, la calle Regina con su mercadillo callejero de cada segundo Sábado del mes, por la Plaza del Salvador (no cabía un alfiler) y por la Avenida de la Constitución, Puente de Triana o en el mismo Altozano. En estos dos últimos fines de semana, se ha visto las ganas que tiene el público sevillano de salir a la calle, y sobretodo, porque una gran mayoría ya tienen en mente fechas tan importantes como es la del Domingo de Ramos, como la del Lunes de Feria, que se acercan haciéndo que la ciudad viva sus momentos más gloriosos del año.

Por suerte o por desgracía, algunos tenemos en esas fechas, las épocas más llenas de trabajo y tenemos que estar por cualquier rincón de Europa, guiándo a grupos que buscan unas bonitas vacaciones. En mi caso, pasaré una Semana de Pasión en tierras sicilianas, dónde uno puede ver como los italianos del sur viven sus propias tradiciones, tan interesantes como las nuestras.

Atarceder en Sevilla
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